¿Qué dice su contenido? La resolución busca regular una práctica tradicional en las comunidades originarias, entendiendo que “la iguana colorada, como recurso biológico, es tradicionalmente aprovechada por las comunidades originarias que habitan en la región chaqueña durante el verano”, según indica en sus consideraciones.

Así, mediante este decreto publicado en el Boletín Oficial, se establece un cupo de 40.000 cueros de iguana por acopiador, con el objetivo de evitar la sobreexplotación del recurso.

Además, se han fijado requisitos estrictos para los cazadores y acopiadores, como la necesidad de contar con licencias y cumplir con medidas de control.

Los cueros obtenidos deberán tener un tamaño mínimo y serán sometidos a un riguroso proceso de registro y seguimiento.

Según la normativa, se buscará compatibilizar la conservación de la especie con el aprovechamiento económico por parte de las comunidades originarias locales, que han utilizado tradicionalmente la iguana colorada como fuente de alimento y materia prima para la elaboración de artesanías

La caza de iguanas coloradas se llevará a cabo en determinadas zonas de la provincia y estará sujeta a un estricto control por parte de las autoridades ambientales. Quienes incumplan la resolución, podrán ser sancionados e incluso inhabilitados para comercializar en ésta u otras temporadas, según el daño ambiental producido.

Se establece un precio de pago al cazador de contado de $5000 por cada cuero entero mayor o igual de 30 cm de longitud, medidos transversalmente.

Un negocio de $200 millones por acopiador.