A través de las encuestas a boca de urna, se especulaba con el triunfo de Putin por un porcentaje cercano al 87%, cifras que se fueron confirmando cuando llegaron los primeros resultados oficiales.

En tanto que los otros candidatos no lograron alcanzar el 5% de los votos. Nikolai Kharitonov, representante comunista, alcanzó el 4,7% de los sufragios. Por su parte, Vladislav Davankov, del partido Gente Nueva, apenas obtuvo un 3,6%. Finalmente, la opción del Partido Liberal Democrático, Lenonid Slutsky, asciende a un 2,5% de los resultados parciales.

Citando los números oficiales de la Comisión Electoral Central, la agencia rusa Tass afirma que las elecciones presidenciales rusas han alcanzado el 73,33% de participación por parte del electorado; eso sí, sin contar aún los datos de los votantes en línea.

Con excepción de Kaliningrado, que es el enclave más occidental del país, el resto de los colegios electorales de las demás regiones ya han cerrado los comicios.

Mientras que el Kremlin propuso a las elecciones como una oportunidad para que el pueblo ruso exprese el apoyo a la ofensiva contra el vecino país de Ucrania; por otra parte, los partidarios del principal opositor al mandato de Putin, Alexéi Navalni – quien falleciera privado de su libertad en una cárcel del Ártico en el mes de febrero pasado – llamaron a asistir masivamente a los distintos colegios electorales en horas del mediodía para honrar la memoria de Navalni.