La velocidad con la que ascendió el nivel del agua quedó registrada en la estación de Viña Quemada. A las 06:45 del miércoles 1 de octubre, la estación marcó un nivel de 3,69 metros. A pesar de una ligera bajante posterior, el río había experimentado un rápido incremento de 0,80 metros en ese corto lapso, demostrando la volatilidad del caudal.

Según informa Nuevo Diario, aunque los niveles actuales no han alcanzado un punto de peligro crítico, la advertencia de las autoridades se centra en la seguridad personal: La fuerza del agua en estas crecidas arrastra consigo palos y otros materiales que podrían poner en riesgo la integridad física de quienes se encuentran cerca del cauce, por lo que se pide máxima precaución.

Se prevé que el impacto de esta crecida se sienta con nuevos ascensos rápidos aguas abajo de Viña Quemada a lo largo del día. Específicamente, se estima que el incremento de caudal podría notarse con mayor intensidad en la zona de Villa Montes, generando eventuales riesgos para las personas y bienes asentados en áreas ribereñas.

En visto a todo esto, las autoridades hicieron un recordatorio esencial: la importancia de mantener las medidas de prevención y tomar recaudos de manera constante frente a posibles desbordes repentinos, enfatizando que la clave para evitar incidentes es la anticipación y el respeto a la zona de seguridad en torno al río.