Enfatizan que, sin importar el momento del día, llegan tarde a sus clases o en madrugada al momento de culminar su jornada estudiantil.

La situación no es nueva, ya que en contadas ocasiones, el estudiantado se quejó por un horario irregular; afectando en mayoría a estudianes universitarios y/o del terciario. Los reclamos más comunes son por demoras de hasta 1 hora en llegadas a destino (entre horario de salida a espera y llegada de la unidad), llegadas tardes a clases y hogares con el consecuente riesgo de seguridad, especialmente para jóvenes que viajan solos.

Las preocupaciones, por quienes deben acercarse a una parada establecida fuera de las terminales de ómnibus, resaltan la actual inseguridad en las rutas y paradas, reiteran la falta de cumplimiento del cronograma de horarios y la desconexión entre la empresa y las necesidades de los pasajeros; que ignora las quejas de sus usuarios.

Es así que, tras una serie de asambleas y exigencias, peticionan que las autoridades municipales (incluyendo Concejo Deliberante y legisladores departamentales), la empresa y el organismo de control del servicio (AMT – Autoridad Metropolitana de Transporte), gestionen la regulación y control sobre los horarios de la empresa, hacer responsable a Transporte Urkupiña en caso de incidentes y/o situaciones de inseguridad y mejorar la seguridad y comodidad de los pasajeros.