Crimen del bagallero: piden captura nacional e internacional para Ezequiel Rojas

Ezequiel Rojas es la persona señalada como “amigo” y “socio” de Nelson Gabriel Aramayo, el bagallero oriundo de San Ramón de la Nueva Orán cuyo cuerpo fue hallado en Santiago del Estero el 31 de diciembre de 2023. Rojas fue identificado como el propietario del vehículo en el cual aparentemente se transportó a Aramayo.

Actualmente se encuentra prófugo.

La justicia santiagueña pidió la captura nacional e internacional para el “socio” cordobés de Aramayo, medida tomada tras el secuestro del automóvil Volkswagen Vento; al comprobar que el auto estuvo tres horas en Santiago del Estero en los días previos al hallazgo del cadáver del bagayero a la vera de la Ruta Nacional 9 (entre El Cerrito y El 49), informó el diario El Liberal. El vehículo, a su vez, fue secuestrado hace 10 días. La investigación comprobó con el registro de planilla del puesto caminero de Ojo de Agua su salida de Santiago hacia Córdoba, identificando a Rojas al mando junto a un acompañante.

Avanzadas las averiguaciones y con orden de las áreas de Justicia de Control y Garantía, requisaron tres viviendas en Córdoba Capital para detener a Rojas, pero éste se encuentra prófugo y por lo tanto, se solicitó pedido de captura. La causa, hasta ahora, no registra detenidos. La investigación apunta cada vez con más fuerza al narcotráfico, tomando como antecedente el que Aramayo transportaba mercadería aparentemente ilegal, de Bolivia a Orán (a través del río Bermejo) y desde allí, por tierra a Salta Capital; punto desde el cual se llevaba a la ciudad de Córdoba.

En esta provincia se hospedaba en la casa de Rojas, parada previa al viaje que realizaban ambos a Buenos Aires, donde finalmente entregaban la mercadería. Establecida la rutina de viaje, la Dra. Carla León (fiscal penal a cargo) determinó que Criminalística y Policía Científica analicen el rodado para hallar pistas sobre Aramayo en su interior, a fin de corroborar o descartar la teoría que establece su traslado desde Córdoba a Santiago, donde arrojaron su cuerpo. Los peritos forenses señalaron que, además de haber recibido cinco disparos en la cabeza, también fue golpeado violentamente en las horas que antecedieron a su deceso.