El Gobierno nacional capitaliza por estas horas uno de los movimientos políticos más significativos de su gestión. La aprobación en el Senado del Presupuesto 2026 y de la Ley de Inocencia Fiscal no solo representó una victoria legislativa para Javier Milei, sino que también consolidó un esquema de gobernabilidad basado en alianzas estratégicas con mandatarios provinciales que resultan esenciales para el oficialismo.

La Casa Rosada interpreta el resultado parlamentario como una señal de fortaleza, especialmente tras el rol que cumplieron figuras como Osvaldo Jaldo (Tucumán), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones), considerados dentro del oficialismo como "aliados desde la primera hora". Gobernadores que no solo aportaron votos, sino capacidad de articulación para sumar consensos con legisladores de distintas provincias.

"Hay que reconocer que, sin el apoyo de ellos a la Ley Bases, la moratoria, el blanqueo, etcétera, no hubiésemos podido llevar adelante nuestro programa económico", admitió en off un integrante del Gabinete económico. Ese reconocimiento interno se convirtió en un punto de partida para lo que en Balcarce 50 definen como el nuevo mapa político de cara a 2027.

La estrategia que destrabó la aprobación del Presupuesto se gestó sobre la base de negociaciones directas entre gobernadores y la mesa política nacional, conducida por el jefe de Gabinete Manuel Adorni con participación activa de Diego Santilli y Patricia Bullrich. Esta última, afianzada como líder del armado libertario, obtuvo con 46 votos su primera victoria política al frente del espacio, capitalizando apoyos de bloques heterogéneos.

El oficialismo evaluó la extensa jornada de votación como un "primer examen" para ordenar demandas provinciales y medir el alcance real de su influencia en el Senado. Cuatro momentos marcaron la sesión: la aprobación del debate por títulos -en oposición al planteo del kirchnerismo de revisar artículo por artículo-; el tratamiento general del Presupuesto; la definición sobre el artículo 30 del Título II; y el rechazo al giro a comisión del proyecto conocido como "Dólares en el colchón".

Las cifras finales dejaron un escenario favorable: el Presupuesto obtuvo 46 votos afirmativos, 25 negativos y una abstención; el Título II, que contenía el artículo más conflictivo, logró 42 adhesiones, 28 rechazos y dos abstenciones; mientras que la Ley de Inocencia Fiscal fue aprobada con 43 votos positivos y 26 negativos. Para el oficialismo, estos números confirman que el respaldo de los gobernadores fue decisivo en cada instancia.

La lectura en el entorno presidencial es que, con esta victoria, Milei ingresa en una segunda etapa de su administración, marcada por la ampliación de su base política y la previsión de acuerdos que le permitan sostener su programa económico. A ello se suma la validación que el Gobierno interpreta del resultado de las legislativas de octubre y el apoyo económico y diplomático de los Estados Unidos, factores que consideran clave hacia 2027.

En Balcarce 50 sostienen que el nuevo esquema de alianzas abre la puerta para avanzar en acuerdos dirigenciales de alcance nacional y provincial. La prioridad del Ejecutivo será profundizar la articulación con mandatarios que garanticen gobernabilidad, mientras comienzan a delinearse los primeros trazos del armado electoral que el oficialismo buscará consolidar en los próximos dos años.