El Banco Mundial prevé que Argentina será el segundo país con mayor crecimiento económico de América Latina y el Caribe en 2025, con una expansión del Producto Bruto Interno (PBI) del 4,6 %, sólo detrás de Guyana. La proyección ubica al país como líder de crecimiento entre las grandes economías de la región, según el Reporte Económico de América Latina y el Caribe titulado "Emprendimiento transformador para el empleo y el crecimiento", presentado este martes en Washington.

El informe destaca que Argentina atraviesa un rebote económico significativo tras dos años de contracción, impulsado por la recuperación de las exportaciones agrícolas luego de la sequía de 2023 y por los primeros signos de mejora en el consumo y la inversión privada. Estos avances se asocian al plan de estabilización económica impulsado por el Gobierno nacional, que permitió reducir la inflación y alcanzar un superávit fiscal, un resultado que el Banco Mundial considera inusual en la región.

Mientras la mayoría de los países latinoamericanos enfrentan déficits fiscales y alta deuda pública, Argentina logró avances hacia la consolidación de sus cuentas y un escenario más estable para la actividad económica.

Entorno global adverso
A nivel regional, el Banco Mundial estima que América Latina y el Caribe crecerán 2,3 % en 2025 y 2,5 % en 2026, ubicándose nuevamente como la región de menor crecimiento del mundo. El organismo advierte que el contexto internacional continúa siendo desafiante, marcado por la caída de la demanda global, la baja de los precios de las materias primas (−10 % en 2025 y −5 % en 2026) y la persistencia de altos niveles de inflación y deuda.

El reporte señala además que la relación deuda/PBI regional alcanzó 63,8 % en 2024, frente al 59,9 % de 2019. La lenta flexibilización monetaria en economías desarrolladas mantiene altos los costos de financiamiento, encarece el crédito y frena la inversión y el empleo. En este contexto, el desafío para Argentina será sostener su recuperación en medio de tensiones externas que podrían afectar el comercio y el acceso al financiamiento internacional.

Reformas para un crecimiento sostenible
El Banco Mundial remarca que los países de la región necesitan reformas estructurales para impulsar el empleo, la productividad y el desarrollo empresarial. Propone tres ejes prioritarios:

• Invertir en capital humano, mejorando la educación y la capacitación laboral.
• Reformar el sistema fiscal, eliminando subsidios distorsivos y fortaleciendo la inversión en infraestructura, energía y logística.
• Ampliar el acceso al crédito, modernizando leyes y mecanismos que faciliten la financiación privada.

En el caso de Argentina, el informe sostiene que fortalecer el clima de negocios y atraer capital privado será esencial para convertir el rebote actual en un ciclo de crecimiento sostenido.

"El emprendedor es el actor clave del desarrollo: identifica oportunidades, innova y asume los riesgos necesarios para generar valor agregado y empleo", afirmó William Maloney, economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial.

Perspectivas para 2025

El crecimiento proyectado del 4,6 % para la economía argentina se apoya en factores coyunturales positivos, pero el Banco Mundial advierte que sin reformas estructurales, este impulso podría ser transitorio. En su conclusión, el organismo enfatiza la necesidad de consolidar el equilibrio fiscal, mejorar la productividad y fortalecer las instituciones para asegurar que la expansión se mantenga más allá del corto plazo.