Es un espacio que permite a los vecinos y vecinas capacitados en distintos oficios contar con un lugar equipado para producir y trabajar.

“Hay mucha demanda de gente que necesita trabajar, que ya conoce un oficio, pero por ahí no tiene la posibilidad de comprar herramientas para cumplir con su trabajo”
La propuesta surgió como respuesta a una necesidad concreta: muchas personas ya contaban con un oficio aprendido, pero no podían ejercerlo por la falta de herramientas o espacio adecuado. En ese sentido, Claudia Vilte, directora de la Escuela de Emprendedores explicó que “hay mucha demanda de gente que necesita trabajar, que ya conoce un oficio, pero por ahí no tiene la posibilidad de comprar herramientas para cumplir con su trabajo”.

El lugar cuenta con talleres de soldadura, cocina, herrería, carpintería, textil y reparación de celulares, y además ofrece un servicio clave para madres y padres trabajadores: una guardería en la que los niños son cuidados por maestras mientras sus familias producen. “Es una gran oportunidad para muchos vecinos”, comentó Vilte.

"Hay que aprovechar las oportunidades que nos dan y salir adelante”
Mónica, una de las vecinas que utiliza el espacio de costura, es uno de los tantos ejemplos de cómo esta política pública genera impacto. Tras capacitarse en costura en el CIC de Solidaridad, conoció la fábrica en enero y desde entonces la visita con frecuencia. “Yo tengo una máquina en mi casa y no anda bien. Reniego. Vengo acá, coso tranquila y hago mi producción”, cuenta. Ya confeccionó mochilas, llaveros y materos, y se prepara para venderlos en la Expo Ciudad. “Es la segunda vez que participo y voy con toda la expectativa de vender. Hay que aprovechar las oportunidades que nos dan y salir adelante”, sostuvo.

Este fin de semana, muchos emprendedores que trabajan en la Fábrica Municipal estarán presentes en la Expo Ciudad que se realiza en el Centro de Convenciones, donde exhibirán y venderán su producción.