Son muchos los que tomaron la palabra para mostrar la realidad de los municipios que representan y la imperiosa necesidad de cobertura. Jorge Restom cuando tomó la palabra fue radical: “He visto familias desesperadas por esto, miremos para adelante, en el norte profundo donde no hay especialistas el sufrimiento es enorme, un padre con un hijo con fiebre se asusta, imaginen cuando le dicen que tiene cáncer”.

Mónica Juárez revalorizó el trabajo que han hecho todas las familias autoconvocadas que han peleado por esto, “necesitamos la empatía para ponernos en el lugar del otro, no es poco lo que ha pasado Belén para llegar a este grupo de padres autoconvocados por esta Ley, no es poco lo que pasan cada uno de los papás que desde el Materno Infantil pueden contar sus historias”.

“La enfermedad no distingue clases sociales, esta adhesión no es más que un gran mérito de aquellos que han vivido estas situaciones”.

Laura Cartuccia, autora del proyecto, aseguró que la iniciativa no tuvo otro fin que el de “mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos y de sus familias, debemos garantizar la cobertura total”, que no sólo implica el acceso a la salud, el tratamiento, sino también la vivienda, educación, programas de nutrición entre otros.

Muchos hablaron de lo difícil que es el acceso en el interior, la falta de médicos, tratamientos e infraestructura obliga a familias a viajar a la Ciudad con recursos mínimos, separando familias, y donde incluso muchos llegan a perder sus trabajos en pos de cuidar a sus hijos.

“En el interior es un padecimiento diario, esta Ley es una verdadera conquista, necesitamos las partidas presupuestarias para que los niños y niñas con cáncer puedan tener la asistencia que necesitan”, dijo Franco Hernández.

Tras un extenso tratamiento donde expusieron diferentes realidades, el proyecto recibió el visto bueno.