La fiscal señaló la realidad que atraviesa la sociedad, ya que hay un estado de vulnerabilidad en las redes sociales de niños, niñas y adolescentes que se pone de manifiesto en las investigaciones que inician por la gran cantidad de casos de grooming. 

“Estas situaciones se ven cada vez más, no sé si es porque hay más cantidad o porque se visualizó” dijo Cornejo a Multivisión Federal, agregando que el uso de internet facilitó el acceso a personas que en el escenario “de carne y hueso” no serían capaces de acercarse a un menor a pedirle fotos íntimas. 

“En el anonimato que facilita internet puede estar a metros, kilómetros de distancia e igual acosarlo, hostigarlo y abusarlo sexualmente, porque esto es un abuso sexual a través de internet” acotó la fiscal.

En el caso de Cuellar, se inició con la denuncia de 2004 donde daba cuenta del acoso y coacción hacia una menor, a lo que se sumaron otras denuncias anteriores por hechos similares contra el sujeto, lo que llevó a la condena de 3 años. Recordamos que el grooming es un delito con condena de 6 meses a 4 años. 

Estos hechos muchas veces derivan en redes de pedofilia a lo largo del mundo, por lo que la intervención es fundamental, como sucedió en el caso de una menor chilena que estuvo a cargo de la interpol y requirió la cooperación de la fiscal Cornejo al ser un número de celular con característica Argentina de Salta, siendo detectado el groomer y condenado a 6 años de prisión por delitos asociados. 

Dónde denunciar 

La fiscal recomienda a padres y maestros estar atentos ante estas situaciones, que muchas veces en caso de tutores, se detectan con chequeo de celular o algunas actitudes de los menores como retraimiento, se encierran en el baño o utilizan el celular hasta tarde por la noche: “Son alertas que hay que tener en cuenta”.

Al detectar, deben concurrir a la fiscalía con el dispositivo sin borrar el material, ya que es la evidencia que permitirá llegar al autor del grooming, la persona física.

Pide a los padres que no se asusten y no vuelquen la frustración o el miedo en sus hijos que son las victimas en estos hechos. 

“Los chicos son víctimas de estas personas mayores de edad que los hacen hacer cosas que no son capaces de hacer si no fuese por esta manipulación” sentenció.