Roberto Suaina, titular de Coprodec (Consejo Provincial de Colegios Católicos), quien dijo que, "a pesar de ser una herramienta muy buena en el aula, estamos totalmente de acuerdo con su prohibición".

"Si incumple la norma, se le solicitará al alumno que entregue el celular"
Justificó esta opinión en que el teléfono "es un elemento distractor muy grande porque los alumnos no utilizan los teléfonos solo para informarse o aprender; y genera indisciplina por el peligro de un uso indebido como fotos que no corresponden".

Por su parte, Pablo Pereyra, presidente de AEEPSa (Asociación de Establecimientos Educativos Privados de Salta), también dijo a este medio que "es un proyecto oportuno para los tiempos que estamos viviendo". Asimismo, explicó que "nosotros observamos que el uso de celulares provoca distracciones en las instituciones y el uso excesivo de los mismos fuera del colegio".

En cuanto a cómo se llevaría a cabo, Suaina destacó que "intentaremos generar un apoyo por parte de los padres en todo caso para garantizar que los jóvenes apaguen los teléfonos cuando ingresan y se encienda cuando salgan". Además, puso como segunda opción utilizar una canasta donde los alumnos puedan dejar sus teléfonos.

En cambio, Pereyra indicó que "la idea sería realizar un trabajo de concientización para que los estudiantes sepan porque no hay que tener un uso excesivo de estos dispositivos", y agregó que "considero que lo más importante es que el chico tome consciencia de esta necesidad".

"Si incumple la norma, se le solicitará al alumno que entregue el celular y se comunicará a los padres para que sean los responsables de retirar el teléfono de la institución", propuso Suaina como posible penalización.

Por último, Pereyra dijo que esta medida puede ser positiva porque "van a tener la posibilidad de concentrarse un poco más porque hay muchos factores de distracción como las redes sociales y la ludopatía".