La obra del Gasoducto del Norte Argentino avanza por el crédito del Banco de América Latina
Aunque no estará lista para este invierno, la reversión del “Gasoducto del Norte Argentino (GNA)”, crucial para abastecer de gas a siete provincias del centro y norte de Argentina, avanza rápidamente.
Este proyecto es fundamental tanto para el uso domiciliario como para la generación de electricidad en centrales térmicas. Gran parte del financiamiento, USD 540 millones, proviene del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), al que Argentina se unió en 2021.
El objetivo de la reversión del GNA es permitir que el gas fluya de sur a norte, aprovechando la creciente producción “no convencional” de gas de Vaca Muerta, en la Cuenca Neuquina. Esto suplirá el declinante aporte de gas de Bolivia, que enfrenta serias dificultades para cubrir su propia demanda interna. Recientemente, el gobierno boliviano militarizó las estaciones de servicio debido a la escasez de combustibles y las sospechas de mercado negro y contrabando.
El Banco Latinoamericano se convirtió en un financiador clave para Argentina, que es su principal cliente con una cartera acumulada de USD 5.504 millones. La reversión del Gasoducto es la única obra pública nacional licitada e iniciada por el gobierno de Javier Milei, y es una prioridad para la entidad presidida por Sergio Díaz Granados, en el marco de su estrategia de apoyo a la “transición energética”.
La obra, supervisada por la estatal Enarsa y realizada por la UTE conformada por Techint y Sacde, proporcionará gas a las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy, La Rioja y Córdoba. Este proyecto sigue a la construcción del primer tramo del “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”, que aunque aún incompleto en sus estaciones compresoras, fue inaugurado el 9 de julio del año pasado.