Milei empodera a Caputo y Sturzenegger pierde una pulseada: le transferirán las empresas públicas a Economía
Dos semanas después de anunciar la creación de un Ministerio de Modernización, Javier Milei se fue de viaje nuevamente sin reunirse con su asesor, el ex funcionario de Mauricio Macri y experto en desregulación, Federico Sturzenegger, por desavenencias sobre el alcance y las atribuciones que tendrá la nueva cartera.
El economista, dicen, pretende más de lo que Milei está dispuesto a entregarle, y todo indica que perdió una batalla esta semana, cuando el Presidente decidió entregarle al ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, el manejo de las empresas del Estado.
La definición se tomó en paralelo al barullo por el debate de la ley Bases en el Senado. Después de la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete, sólo se había definido que las sociedades del Estado pasarían a formar parte de una Unidad Transitoria Ejecutora, y que serían dirigidas por el encomiado actual interventor de los medios públicos, Diego Chaher, bajo la órbita del nuevo ministro coordinador, Guillermo Francos. Pero el titular del área desde diciembre, Mauricio González Botto, un hombre de Posse, todavía no presentó su renuncia; el abogado experto en liquidaciones, Chaher, sigue abocado a los despidos y la reconfiguración de Radio y Televisión Abierta (RTA) y Télam; y la Unidad aún no fue creada formalmente.
Los motivos de la dilación no son explícitos. Pero en la cúpula libertaria quieren desalentar los ruidos políticos internos después de la crisis de Posse y en Capital Humano con Sandra Pettovello, por lo que buscan negociar en buenos términos con Sturzenegger, a quien Milei admira y respeta. "Depende de definiciones macro, de la figura bajo la que van a funcionar, etcétera", se limitaron a explicar, vagamente, en la Casa Rosada.
Además están a la espera de que se apruebe la ley Bases, porque varias de las sociedades de la futura Unidad siguen anotadas en la adelgazada lista que el Gobierno incluyó en el título de privatizaciones (AYSA, Energía Argentina (ex ENARSA), Intercargo, Corredores Viales, Belgrano Cargas, Trenes Argentinos, Yacimiento Carboníferos Río Turbio y Nucleoeléctrica)
En la práctica, las empresas que se vendan o desarmen formarán parte de la Unidad Ejecutora, pero la organización de su funcionamiento, mientras tanto, dependerá del área que les corresponde. Así, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas (que fue rechazada como privatizada en el Senado pero podría reincorporarse en Diputados) pasaría a la secretaría de Transporte, pero su privatización estaría en manos de Chaher (y, por encima suyo, de Caputo).
La decisión representa un revés fuerte Sturzenegger, ideólogo del DNU 70/2023 de desregulación, muy elogiado por Milei en su discurso en la Fundación Libertad -donde lo llamó "coloso"-; que tiene en agenda su proyecto "Hojarasca" y pretendía quedarse, entre otras áreas, con las empresas públicas. "Lo que mejor hace Federico es optimizar y desregular, de eso queremos que se ocupe, es lo natural", explicaron en Gobierno.
También es un fuerte avance de Caputo, a quien Milei calificó como un "ministro rockstar" en su discurso del 25 de Mayo en Córdoba: maneja una megacartera con 15 secretarías desde que absorbió el enorme área de Infraestructura, y sigue sumando áreas. Aparte de las sociedades del Estado, también se quedaría con la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología que comandaba hasta la semana pasada el experto en temas financieros Alejandro Cosentino (también de Posse) y quedó en poder del licenciado en administración de empresas especializado en finanzas, Darío Genua, ex jefe de Gabinete del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).
En Economía se esmeran en aclarar que no hay resquemores entre los ex titulares del Banco Central, supuestamente enemistados cuando hicieron la sucesión durante el macrismo, pero en muchos despachos dan por sentado que la puja se reactivó en el gobierno libertario.