Tanto desde el Observatorio de Violencia Contra la Mujer (OVCM) como desde la Secretaría de Mujeres, Género y Diversidad, se señala que durante el año pasado, 10 mujeres fueron víctimas de femicidio en la provincia, además de un femicidio vinculado. También, 18 casos fueron catalogados como "muertes dudosas".

Este año, el primer femicidio se registró en Metán, mientras que se investigan otras seis muertes que no son naturales. 

La situación de los imputados  

El informe, replicado por El Tribuno, indica que algunos de los varones imputados por las muertes de sus parejas o exparejas aguardan detrás de las rejas el juicio, como Gustavo García Viarengo por la muerte de Nuri; también los que habrían asesinado y violado a Alejandra Cardozo en inmediaciones del vertedero San Javier. 

En cambio, Marcelo Sebastián Medina, acusado por el asesinato de Rosa Aranda, (la propietaria que le alquilaba una propiedad en zona sudeste) y de haber herido a sus hijos menores, aguarda en un Centro de tratamiento para personas con medidas de seguridad.

En otros casos, el presunto femicida aguarda en libertad el juicio: Nicole Natasha Yapura fue asesinada en un asentamiento en Atocha, y se imputó por femicidio a su pareja, Leonel Leinton. El joven, de 23 años, fue demorado por unos días y luego dejado en libertad "a pedido de la fiscalía".

Uno de los femicidios no tiene directamente un acusado, no hay novedades por el asesinato de la mujer de más de 70 años, Lucrecia Alegre. La causa se tramita ante el Juzgado de Garantías Nº 5 del Distrito Judicial del Centro, por homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género.

¿Suicidios?

La situación de los suicidios también es preocupante. Algunos casos, como el de Fabiola Echenique en Cafayate en 2021, plantean sospechas debido a denuncias previas por violencia de género. Este año, la muerte de la pareja del juez Ezequiel Molinati generó alarmas, especialmente por las denuncias previas por lesiones y amenazas.

Florencia Sánchez, Directora del OVCM, destaca la importancia de investigar todas las muertes, incluso los suicidios, desde una perspectiva de género. Señala la necesidad de abordar las causas profundas que llevan a las mujeres a tomar decisiones extremas y destaca la colaboración con sectores académicos para aplicar políticas públicas con enfoque de género.