Ante este panorama y con un empleo público casi equitativo en cuanto a cantidad al sector privado, se plantea una compleja situación tanto para el comercio como para la construcción. 

En el caso del comercio, sus actividades podrían ser afectadas por el marcado ajuste o reducción de gastos estatales que se aplicarían en los sueldos, ¿Por qué? Porque hay una dependencia hacia los ingresos del empleado público, sobre todo en zonas donde la productividad es escasa o los municipios son la única fuente laboral. 

Por su parte, la construcción también podría ser foco de un fuerte golpe, ya que los fondos para obras públicas se afectarían. ¿Cómo impacta? De acuerdo al IERIC (Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción) en la provincia de Salta 12.207 obreros formales prestaban servicio en septiembre, mientras que la mitad alrededor de 6 mil dependían de proyectos del Estado.

La minería, el comercio y la construcción, son los sectores que vinieron impulsando el empleo formal privado, desde la minería 5.108 fueron los empleos directos creados hasta julio, por otro lado, el comercio llegó a la cifra de 23.751 trabajos formales en septiembre. 

Según relevamiento del Ministerio de Trabajo de la Nación, la provincia contaba con 126.800 empleados formales privados, mientras que la Superintendencia de Riesgos de Trabajo daba cuenta de 117.353 empleados públicos en la provincia, teniendo en cuenta trabajos representando a Nación, provincia y municipios.  

Inflación, precios en alza y reducción de consumo y ventas, se volvieron factores cotidianos en la economía argentina.