En septiembre, la inflación volvió ser de dos dígitos
La inflación que calcula la UMET marca una aceleración de 0,8 puntos respecto a la tasa de variación de los precios registrada el mes previo.
La inflación de las y los trabajadores que calcula la UMET se ubicó en 11,5 por ciento en septiembre respecto a agosto. Esto marca una aceleración de 0,8 puntos respecto a la tasa de variación de los precios registrada el mes previo. Los datos de Umet van en línea con las estimaciones de consultoras privadas. La inflación estimada de septiembre se ubica levemente por arriba de las proyecciones de EcoGo (11 por ciento) y por debajo de las cifras de LCG , que apuntan a un 12,5 por ciento.
También el índice de precios medido por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad arrojó una variación del 12 por ciento en septiembre. En tanto, el Indec dará a conocer las cifras oficiales de la inflación minorista a nivel nacional este jueves 12 . El último dato de agosto había marcado un 12,4 por ciento, récord que se explica por el efecto de la devaluación del peso del 14 de agosto luego de las PASO, cuando el tipo de cambio subió 21,8 por ciento en un día, hasta los 350 pesos.
La devaluación también afectó a los precios en septiembre, afirma la UMET. Y agrega que “ por primera vez desde la hiperinflación de 1990, la inflación mensual fue de dos dígitos durante dos meses seguidos ”. Sin embargo, el informe dice que en octubre el sendero de los precios volverá a niveles parecidos a los previos a las PASO , “en torno al 7 u 8 por ciento mensual”. Es decir, que desestima un traslado relevante a precios de la suba del tipo de cambio blue que marcó a fuego el inicio de este mes: trepó 31,3 por ciento en los primeros diez días. La variación mensual de septiembre de 11,5 por ciento según los cálculos de la UMET marca una aceleración respecto al 10,7 mensual de agosto.
En los primeros nueve meses, la inflación acumulada llegó al 100,7 por ciento y el dato para los últimos doce meses fue de 135,6 por ciento, de acuerdo a esa casa de estudios. En cuanto a la división sectorial, el capítulo que más subió en septiembre fue equipamiento y mantenimiento del hogar con un 15,9 por ciento. Allí se destacan electrodomésticos y muebles, en donde impactó de lleno la devaluación cambiaria.
En segundo lugar se ubicó recreación y cultura que trepó 14,1 por ciento: aquí se contabiliza buena parte de la electrónica de consumo, que obedece a la misma lógica. La tercera división en importancia fue transporte, con un alza de 13,9 por ciento que se explica por el incremento en los vehículos cero kilómetro tras la devaluación. Le siguieron vivienda (13,7 por ciento); comunicaciones (12,8), salud (11,6) e indumentaria y calzado (10 por ciento). Solo educación, con 9,1 por ciento, y alimentos y bebidas, con 8,9 por ciento, tuvieron subas de un dígito. “Un dato llamativo es que, a pesar de la aceleración inflacionaria de 2023 y de las dificultades económicas generadas por la sequía, el empleo formal privado continúa recuperándose y el salario real , si bien no muestra una recuperación clara, tampoco se contrae ”, aclara la UMET.
El último dato disponible de empleo asalariado registrado en el sector privado corresponde al mes de julio, cuando anotó una variación positiva del 0,3 por ciento, acumulando así 36 meses consecutivos de expansión. Comparado contra diciembre de 2019, la suba es del 6,6 por ciento, equivalente a 399.000 nuevos empleos creados durante la última gestión de gobierno, dice el informe.
Esa cifra contrasta con los 219.600 puestos de trabajo destruídos en el sector privado registrado durante el gobierno macrista. Por su parte, el último dato disponible mostró que “en julio el salario real promedio fue 4,5 por ciento mayor al de diciembre de 2019”, sostiene la Umet. Ese dato es previo al impacto de la devaluación y aceleración inflacionaria de agosto y a las medidas compensatorias lanzadas posteriormente (eliminación de impuesto a las Ganancias de cuarta categoría, restitución de IVA a productos de la canasta básica y suma fija, entre otras). “Más allá de que, producto del sistema de paritarias, el salario real formal viene resistiendo la aceleración inflacionaria en los últimos años, no ha podido recuperarse del desplome de 2018-2019”, concluye la UMET.