A poco menos de seis meses del partido entre Argentina e Inglaterra , que marcará el debut de ambos equipos en el Mundial de rugby de Francia el próximo 9 de septiembre, el seleccionado británico no logra levantar cabeza.

El que se perfilaba en los papeles como el rival más duro de Los Pumas en el grupo D vivió un 2022 de pobres resultados y, con nuevo entrenador, esperaba cambiar la historia este año. Pero la aplastante derrota por 53 a 10 ante Francia en Twickenham , por la cuarta fecha del Seis Naciones , confirmó que el equipo de la Rosa vive uno de los peores momentos de su historia.

Y, si se escuchan las durísimas críticas que despertó esa caída en los medios ingleses, la crisis va mucho más allá de lo deportivo. "La humildad no siempre ha sido el principal rasgo asociado a la RFU, pero ahora se necesitan grandes dosis de ella, ya que el rugby inglés apenas está en mejor forma que el atribulado rugby de Gales.

Si no se reforman las prioridades y las estructuras del sindicato, nos espera al menos otra década en el desierto", afirmó en un crudo editorial el diario The Guardian . "Tal vez esta derrota sea el duro despertar necesario para alertar a la RFU de la magnitud de la podredumbre que se ha instalado dentro y fuera del campo. Porque, cada vez más, no parece importar quién entrena a Inglaterra, qué jugadores seleccionan, cómo intentan jugar o incluso el volumen de ruido que hacen sus seguidores. Ahora se hace evidente un panorama más amplio: el rugby inglés necesita ser salvado de su aburguesamiento, miopía y bajo rendimiento", continuó ese medio. Y aseguró: "La canalización de talentos tiene demasiadas grietas y el desarrollo coordinado de jugadores entre los 17 y los 23 años sigue siendo un área de frustración continua.

Puede que la Premiership (NdR: La liga inglesa, considerada una de las mejores del planeta) haya sido divertida de ver esta temporada, pero ya no suministra a Inglaterra delanteros de calidad listos para los tests". La falta de regularidad y consistencia viene siendo un problema para el seleccionado inglés desde la temporada pasada.

El vigente subcampeón mundial apenas pudo sumar dos triunfos en el Seis Naciones 2022 , ante Italia y Gales , y terminó tercero, detrás de Francia , campeón, e Irlanda . En la ventana de test matches de julio, sumó dos festejos y una caída ante Australia , de visitante. Pero en la noviembre, que jugó en Twickenham, terminó con récord negativo, por las caídas ante Argentina -un golpe durísimo para el conjunto europeo- y ante Sudáfrica ; el empate frente a Nueva Zelanda y la victoria sobre Japón . En diciembre, se anunció la salida del histórico Eddie Jones , entrenador del equipo desde finales de 2015, y la designación de Steve Borthwick como nuevo coach. El cambio en el banco, igual, no generó la revolución esperada.

El tropezón por 29-23 ante Escocia de local en el arranque del Seis Naciones 2023 volvió a agitar las aguas, que no pudieron calmar las lógicas victorias ante Italia y Gales en las fechas siguientes. Y la goleada en contra frente a Francia del sábado dejó al equipo británico, que supo ser campeón mundial en 2003 y posicionarse como una de las grandes potencias del rugby internacional, al borde del abismo. Ugo Monye , ex jugador del seleccionado, fue durísimo a la hora de analizar el presente de la Rosa. "Nos bombardearon", aseguró el ex wing en una nota publicada por la BBC . "Absolutamente demolidos. Cuando se habla de los fundamentos, las bases no estaban ahí.

El único requisito que hay que tener en el rugby internacional es el físico, y nos destrozaron". Y agregó: "Inglaterra no supo recuperarse después de los primeros 90 segundos de partido. Necesitás líderes en tu equipo que digan 'No importa, tenemos que calmarnos' . Hace falta mucha experiencia en la columna vertebral del equipo que no tenemos ahora mismo". "Inglaterra toca fondo con una derrota que podría acabar con la carrera de algunos", tituló The Telegraph una nota en la que apunta directamente contra Bill Sweeney , director ejecutivo de la RFU, "bajo cuya supervisión se ha producido esta caída".

"El soplo de aire fresco que supuso el nombramiento de Steve Borthwick como seleccionador se ha vuelto rancio. La cruda realidad es que Inglaterra es un equipo mediocre. Cualquier factor de miedo que solía engendrar el venir a Twickenham ha desaparecido en el éter mientras Francia celebraba su primera victoria aquí en el Seis Naciones desde 2005", continuó el texto, que reflejó una opinión compartida por muchos medios de ese país. En una columna de opinión para Daily Mail , el periodista Chris Foy avisó: "Aclaremos algo, Inglaterra NO ganará el Mundial este año... están a kilómetros del ritmo mundial y si juegan como contra Francia, perderán contra Argentina". "Esto es tocar fondo. Francia bien podría haberse llevado el campo de Twickenham a casa, ya que hizo más que suficiente para reclamar los derechos de propiedad y los desafortunados y eclipsados anfitriones no pudieron hacer nada al respecto", analizó.

Y, sobre las chances del equipo para el mundial, pronosticó: "Siendo realistas, lo único a lo que pueden aspirar es a evitar una eliminación prematura y empezar a construir el futuro. Un panorama desolador para el país más rico y con más recursos del mundo". El rugby de Inglaterra -que cerrará el Seis Naciones el sábado, en Dublín ante Irlanda , único invicto del certamen y gran candidato a gritar campeón- vive una crisis sin precedentes. Un negro presente que preocupa demasiado en el país británico, pero que abre el escenario para Los Pumas de cara al Mundial.

¿Podrá el seleccionado de la Rosa revertir este pobre momento antes del duelo que jugará con el conjunto argentino en menos de seis meses en Marsella?