La Policía de Tucumán descubrió algo macabro al encontrar el cuerpo de Benjamín, un niño de tres años que llevaba desaparecido aproximadamente un año. Esta historia trágica comenzó a salir a la luz hace unos meses, cuando la abuela del niño denunció su desaparición y sus hermanitos afirmaron que había fallecido, acusando a sus padres de maltrato y responsabilizándolos de su muerte.

La situación se volvió aún más perturbadora cuando los padres de Benjamín argumentaron que el niño nunca había existido, una afirmación que se desmoronó con el tiempo debido a las pruebas acumuladas en su contra. Finalmente, esta semana, el padre confesó el paradero del cuerpo del pequeño, que fue encontrado tras una larga búsqueda.

Sin embargo, la responsabilidad de la muerte de Benjamín no recae únicamente en sus padres. Se ha señalado la negligencia del Estado, que ignoró múltiples visitas de los niños al hospital por violencia, así como la muerte de otro hermano menor en 2018, también con signos de maltrato.

La historia de Benjamín es estremecedora, marcada por el abandono institucional y los horrores del maltrato infantil. Su desaparición durante un año revela una serie de fallos en la protección de los niños más vulnerables, dejando al descubierto una tragedia que ha conmocionado a toda la comunidad.