Isidro Ruarte, el intendente salteño que deja su cargo después de 20 años en el poder

Ana Palma Guerrero será la persona que lo sucederá desde el domingo 10 de diciembre.

En un hito significativo para la localidad de General Mosconi, Salta, Isidro Ruarte, quien ha ocupado el cargo de intendente durante un asombroso período de 20 años, se prepara para dejar la conducción del municipio el próximo 10 de diciembre. Ruarte, elegido por primera vez como intendente en 1991, marcó su impronta en la historia política de la región al ser reelegido en 1995. Sin embargo, en 1997, la comuna se vio intervenida tras los primeros cortes de ruta masivos en la historia de Salta.

A pesar de este episodio, Ruarte retomó el liderazgo municipal para los períodos 2003-2007 y 2007-2011. En agosto de 2015, se aseguró un quinto mandato como intendente para el período 2015-2019, extendiendo su influencia hasta diciembre de 2023. Este periodo prolongado en el poder lo convierte en una figura controvertida en la vida política local.

Con 81 años de edad, la decisión de Ruarte de ceder el poder marca no solo el fin de una era política, sino también un cambio generacional en la dirección del municipio. La tarea de suceder a Ruarte recae en Ana Palma Guerrero, quien ganó las elecciones y asumirá la intendencia tras décadas de un liderazgo ininterrumpido. Esta transición, además de ser un desafío significativo para Guerrero, representa un cambio generacional que añade complejidad al proceso de gestión municipal.

El legado y las decisiones de Ruarte, así como los desafíos heredados por Guerrero, delinean un nuevo capítulo en la historia de General Mosconi. La comunidad observa con atención este cambio trascendental que marcará el inicio de una nueva era en la gestión municipal.

Varias polémicas en su mandato

La gestión de Ruarte, que ha sido cuestionada en los últimos tiempos, culmina con una elección disputada que pone fin a su era. La administración del municipio ha experimentado un declive desde el inicio de la pandemia, marcada por decisiones polémicas, como la controvertida compra de tierras para los fallecidos por COVID-19 en lugar de invertir en medicamentos preventivos.

A finales del año pasado, una auditoría reveló posibles desvíos de al menos $18 millones en la gestión de Ruarte, tras la bancarización del programa social "Mosconi Avanza". Una denuncia promovida por la electa jefa comunal y concejal Ana Guerrero Palma arrojó luz sobre estas irregularidades.

La victoria de Guerrero fue celebrada con gratitud hacia los ciudadanos: "Hoy no tengo más que palabras de agradecimiento para cada uno de ustedes. Libramos una batalla enorme ayer y antes también. Ahora se viene otra un poco más dura, que es poner a Mosconi de pie", expresó Guerrero tras su triunfo, destacando la confianza depositada en ella por la comunidad.