Luis Rubiales aceptó renunciar a la presidencia de la Federación Española como consecuencia de todas las críticas que recibió por besar a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración del título de la selección de su país como campeona del mundo en Australia.

Tras el escándalo relacionado con el beso a Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino
“Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo”, escribió en un comunicado.
 “Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español.

Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta”.
“Defenderé mi honorabilidad. Defenderé mi inocencia. Tengo Fe en el futuro. Tengo Fe en la verdad”
“No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo”.

Su actitud había provocado la destitución del técnico de la selección femenina que se había consagrado en la final de Sidney ante Inglaterra, Jorge Vilda, ya que había apoyado a Rubiales. De todas maneras, el entrenador no aceptó el despido y le hará juicio a la Federación.

La solidaridad con Hermoso abarcó a personalidades muy importantes del fútbol español, como Xavi, técnico del Barcelona, y Andrés Iniesta, campeón del mundo en Sudáfrica 2010.