Cuánto cuesta pagar un auto en plan de ahorro
Aunque se promocionan como accesibles, incluyen una serie de costos que muchos usuarios desconocen antes de firmar.
En medio de un mercado automotor golpeado por la inflación y el dólar, miles de argentinos ven en los planes de ahorro la única posibilidad de proyectar la compra de un auto nuevo. Se trata de un sistema donde se paga mes a mes una cuota que se ajusta al valor del vehículo, con adjudicación por sorteo o licitación. Aunque no tienen interés como un crédito bancario, sí pueden incluir varios costos adicionales que impactan en el bolsillo al momento de retirar el auto.
Para entender cuánto cuesta realmente entrar a un plan, se relevaron los valores y condiciones que publican las principales automotrices del país.
Renault - Plan Rombo:
El programa ofrece planes de 120 cuotas (10 años en cuotas). Para el modelo Kwid, las cuotas comienzan en torno a $160.257. En muchos casos, trabajan con planes 100% financiados, pero también con esquemas 60% o 75%, lo que implica integrar la diferencia al adjudicarse el auto. Según los términos legales de la marca, los gastos de entrega incluyen flete, patentamiento e inscripción de prenda, por lo que esos costos ya están contemplados dentro del paquete. Las cuotas se ajustan al valor móvil del vehículo, por lo que pueden aumentar durante la vida del plan.
Toyota Plan de Ahorro:
Ofrece planes de 70/30, 80/20 y 100%, según modelo. La cuota inicial del Yaris ronda los $116.854, mientras que para un Corolla puede iniciar en $237.821. Toyota detalla que las cuotas incluyen gastos administrativos y seguro de vida, aunque dependiendo del concesionario pueden existir bonificaciones en el derecho de adjudicación. Al momento de recibir el auto se debe seleccionar un seguro automotor entre los disponibles en la red oficial.
Quienes ya participan de planes destacan que para adelantar cuotas, en la mayoría de los casos, solo se paga la cuota pura más impuestos, sin cargos adicionales. Sin embargo, también existen quejas frecuentes por demoras en la adjudicación o incrementos en el valor móvil del vehículo, lo que puede generar cuotas más altas de lo esperado.
Más allá de las diferencias entre marcas, hay costos que se repiten en casi todos los planes: administración, seguros, flete, patentamiento y gastos de prenda. La clave es revisar el contrato antes de firmarlo y confirmar qué incluye cada ítem, ya que puede variar de una automotriz a otra.
En un contexto donde comprar un auto al contado es imposible para gran parte de la población, los planes de ahorro siguen siendo una alternativa viable, pero no exenta de riesgos. Comprender el costo real -más allá de la cuota promocionada- permite tomar decisiones mejor informadas y evitar sorpresas al momento de retirar el tan esperado 0 km.