Tartagal se consagró con fe a la Virgen de la Peña

La gracia fue autorizada por el Obispado de Orán y la Iglesia de Roma.

Miles de devotos de la Virgen de la Peña, la advocación mariana que se celebra desde hace más de un siglo en el norte de Salta, se reunieron, junto a peregrinos provenientes de diferentes provincias argentinas y del sur de Bolivia, para la consagración de Tartagal a la Patrona del Norte Salteño.

En la República Argentina, Tartagal se convirtió así en la segunda ciudad después de San Nicolás de los Arroyos en la provincia de Buenos Aires, en recibir esta gracia pedida desde hace muchos años y autorizada por el Obispado de Orán y la Iglesia de Roma.

"Madre nuestra, bendita eres, Mujer Chaqueña, Bendita eres!". Las estrofas del himno a la Virgen de la Peña resonaron con fuerza entre la multitud de este sábado 8 de noviembre cuando la comunidad del norte de la provincia se reunió en la intersección de las rutas nacionales 34 y 86 para uno de los acontecimientos más importantes de la feligresía católica.

Un acto de consagración tiene el significado de ser un recordatorio para los fieles del testimonio del Evangelio de la Virgen María y la petición de su intercesión efectiva ante su Hijo. Es un acto de confianza, de amor; Dios, por medio de María irrumpe con su gracia, actúa como en este caso como posesión suya. Para los católicos consagrarse a María es la mayor bendición a la que un pueblo católico puede aspirar. Y Tartagal y los pueblos vecinos lo lograron.

Es el segundo acontecimiento de enorme importancia después de la Consagración del nuevo templo a la Madre del Norte, algo que sucedió 12 años atrás luego que la Iglesia de Roma comprobara las apariciones de la Virgen de la Peña en ese lugar apacible, de criollos que viven de la venta de los productos de la tierra en esa porción de las Yungas del Norte y que antecede en varias años a la fundación del pueblo de Tartagal. De hecho, los primeros testimonios de la aparición de la Virgen se remontan a los primeros años del Siglo XX -1905- y es por eso que la advocación celebra 121 años de los primeros testimonios.

La aparición
En la historia de los pueblos del norte y del santuario ubicado a 13 kilómetros al norte de Tartagal quedará por siempre el nombre de Romualda Meriles, esa mujer que andando esos caminos polvorientos al pie de los cerros, cayó de rodillas ante aquella aparición en medio de los peñascos de las Sierras del Tartagal. Primero como un simple rumor, el dato llegó a oídos de aquellos primeros franciscanos que provenientes de Tarija ya recorrían los montes del norte salteño llevando la Buena Nueva, el evangelio y fueron ellos los que autorizaron levantar una sencilla ermita a los pies del cerro, hoy transformado en la iglesia y el santuario.

 

Con el paso del tiempo y acorde a que los testimonios de la aparición de la virgen entre las peñas seguían aumentando, la iglesia autorizó la construcción de una capilla y en al año 2013 el Templo, con otra importante ceremonia, fue Consagrado a María de la Peña. Finalmente y después de varios años el Obispado de la Nueva Orán y el propio Vaticano autorizaron la Consagración del pueblo de Tartagal a la Virgen María, acontecimiento que se concretó el pasado sábado 8 de noviembre ante una verdadero multitud.