Cerraron el ingreso a finca Karina y volvió el trabajo a Aguas Blancas

Gendarmería Nacional bloqueó la madrugada del 27 el ingreso a finca Karina, presunto paso clandestino fronterizo, y se registraron disparos entre las 5 y las 6 am.

Efectivos de Gendarmería Nacional despejaron el ingreso a finca Karina la madrugada del  27  y controlaron a las personas que se encontraban realizando actividades con el pase de mercaderías que traen desde el vecino país. Horas después, el flujo de personas y bienes volvió hacia la localidad de Aguas Blancas. Hubo disparos de arma de fuego de manera preventiva, dijeron fuentes.

Dicho paso fue calificado como una aduana paralela por el interventor del municipio, ya que por él se llevaría a cabo todo tipo de contrabando, entre ellos de hoja de coca, pase de vehículos robados y droga.

Por esa razón, decenas de gendarmes desde la madrugada se ubicaron en la ruta nacional 50, evitando el ingreso de vehículos y personas a la finca. Por las llayas comenzó también un operativo contra lo ilegal.

Se pudo observar nuevamente en el pueblo de Aguas Blancas una intensa actividad por parte de los trabajadores de frontera, aseguraron fuentes.

Tras el operativo volvió la tensión al lugar. La frontera entre Argentina y Bolivia volvió a ser escenario de disputas comerciales y manejo de pasos ilegales. Según denunció Adrián Zigarán, interventor municipal de Aguas Blancas, Gendarmería Nacional bloqueó el ingreso a la finca Karina, presunto paso clandestino fronterizo, y se registraron disparos de arma de fuego en horas de la madrugada, aunque sin información oficial al respecto.

La finca Karina estaba funcionando como una "aduana paralela", operando las 24 horas sin control oficial. El predio pertenecería a una ciudadana boliviana y, según Zigarán, allí se cobra en efectivo para permitir el paso de vehículos y mercadería entre ambos países.

"Por este paso se mueven hasta 3 millones de dólares en mercadería sin ningún control. Hace un mes intenté hablar con Nación para ordenar esto. Va a haber problemas", dijo Zigarán.

En tanto, las redes sociales mostraban la otra cara de la moneda, es decir, el dinero que ganan los bagayeros en la ilegalidad, que se ve menguada por esta medida.

Además, Prefectura Naval ya está presente en la zona del nuevo alambrado instalado hace 10 días. Se aseguró que aún no hay un sistema formal de tránsito para bagayeros ni carreros, y eso puede traer más tensión al asunto.

El tráfico de bienes en la zona es intenso y ocupa a cientos de personas por día en distintas actividades. Todos estos trabajadores están en negro.

Apareció Batman en la frontera con Bermejo
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, denunció en medios nacionales que su localidad "es Ciudad Gótica, donde pasa de todo pero Batman no aparece". Con esa frase gráfica, el funcionario buscó exponer la crítica situación en la frontera con Bolivia, marcada por el contrabando, el narcotráfico y el ingreso o egreso ilegal de bienes y vehículos robados.

Zigarán señaló que el epicentro del movimiento ilegal es la finca Karina, ubicada a solo dos kilómetros del paso fronterizo con Bolivia y también cerca del vallado recientemente instalado por orden de la ministra Patricia Bullrich. "Es una aduana privada que usan los contrabandistas", afirmó.

De acuerdo con el interventor, el predio –presuntamente propiedad de una ciudadana boliviana– se transformó en un centro clave de operaciones ilícitas. "Narcotráfico, contrabando, vehículos robados en Argentina que pasan a Bolivia. Es propiedad de una ciudadana boliviana, cuando no se pueden vender a extranjeros áreas de frontera. Compraron una finca. Vienen los gomones como si fuera el desembarco en Normandía", describió con crudeza. "No actúa ni la naval boliviana ni la Prefectura Naval Argentina", agregó.

Según Zigarán, el mecanismo es simple: "En lugar de ir al pueblo a hacer trámites que duran varias horas, los comerciantes y los consumidores que tienen una restricción de 300 dólares se van a la finca Karina y meten por allí toda la mercadería que quieren".