“El celular, la nueva puerta a la adicción”: Advierten por niños hiperconectados en Salta
La relación niñez y celulares es un vinculo de doble filo advirtieron los especialistas, ya que hoy parece un alivio, pero las consecuencias podrán ser impactantes.
“Lo que hoy nos parece normal, mañana nos va a parecer una locura” comentó el médico especialista en Medicina Interna que trabaja con problemáticas infantojuveniles, Nicolás Flandorffer.
Señaló a El Tribuno que el uso del celular podría generar adicción y vincularse con el acceso a otro tipo de adicciones: “Si antes el acceso a sustancias como el alcohol o el tabaco era la vía principal para las adicciones, hoy el celular se ha convertido en la puerta de entrada”.
“Nos parece un mimo darle un teléfono, pero en realidad lo estamos entrenando para volverse adicto”.
Según un informe de Unicef, en el país, en promedio, los niños de 9 años acceden a un celular con línea propia e internet, señalando el especialista que el que se encuentren en su habitación no quiere decir que estén seguros: “En realidad está más expuesto que en una plaza llena. No está solo. Está con cientos de desconocidos que interactúan sin supervisión”.
Explicó que los adolescentes son también vulnerables a los estímulos cortos que generan los contenidos en redes y las recompensas que quedan queriendo más: “El formato de video corto es la droga dura del smartphone”.
Uno de los impactos que genera el uso del celular es la anhedonia, que es la pérdida de interés o placer por actividades de la vida cotidiana, provocando que no quieran salir, jugar, hacer amigos o tener pareja.
“Es más cómodo ver videos todo el día que enfrentar la vida”.
Otro dato alarmante fue el aumento de trastornos emocionales como ansiedad y depresión, causados por las redes sociales.
Las apuestas online también preocupan, ya que Flandorffer sostiene que el 40% de los chicos ya ha apostado alguna vez online, comenzando la mitad de ellos con la ayuda de sus padres. Incluso adolescentes de 13 años pueden apostar como si estuvieran en un casino apostando lo que le dan sus padres.