Noviembre llega con una serie de aumentos en servicios y productos que influirán en el presupuesto de los hogares, en medio de una inflación que se estima rondará el 3% en octubre. Al menos siete rubros verán ajustes en sus precios, afectando desde alquileres y prepagas hasta combustible, expensas y servicios de telecomunicaciones. A continuación, un detalle de los incrementos que regirán desde este mes:

Alquileres

Quienes firmaron contratos bajo la Ley de Alquileres, con ajustes anuales a través del Índice de Contratos de Locación (ICL) del Banco Central, enfrentarán un incremento del 226% en noviembre. Este ajuste se aplicará únicamente a los contratos firmados entre el 1 de julio de 2020 y el 17 de octubre de 2023, a pesar de la reciente derogación de la ley. Así, quienes alquilaban por $150.000 mensuales pasarán a pagar $489.900 hasta noviembre de 2025.

Expensas

El aumento salarial de los encargados de edificios, pactado en dos cuotas (3,8% en octubre y 3,5% en noviembre), impactará en las expensas, elevando los costos de mantenimiento que deberán asumir propietarios e inquilinos.

Combustibles

Desde el 1 de noviembre, los precios de los combustibles se incrementarán nuevamente. La petrolera estatal YPF, que lidera el mercado, prevé un ajuste en torno al 2% en las estaciones de servicio.

Prepagas

Las principales empresas de medicina prepaga informaron a sus afiliados que sus cuotas aumentarán entre un 3,9% y un 6,9% en noviembre, justificando el ajuste en los costos de prestación de servicios médicos. Desde julio, estos aumentos se realizan sin restricciones, luego de haberse superado una disputa judicial que limitaba los incrementos.

Cable y Telefonía

En los primeros días del mes, los clientes de servicios de cable y telefonía móvil notarán aumentos de aproximadamente un 4%, aunque las cifras pueden variar según el servicio y la operadora.

Tarifas de Gas y Electricidad

El Gobierno nacional aún no ha anunciado un incremento en las tarifas de gas y electricidad para noviembre, una medida que podría estar sujeta a modificaciones en los subsidios y a cambios en la estructura energética de cara a 2025.
Estos ajustes se suman a un contexto económico desafiante, donde los consumidores deberán adaptar su presupuesto a los incrementos previstos en múltiples servicios y productos.