Indec asegura que casi 60.000 trabajadores salteños buscan un "laburo" extra
Un panorama complicado se visualiza en Salta con esta situación.
La situación laboral en Salta se vuelve cada vez más crítica, con un número creciente de trabajadores en búsqueda de mejores oportunidades. Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la cantidad de trabajadores que buscan un segundo empleo aumentó significativamente en el último año, pasando de 52 mil a 59 mil, un incremento de 7 mil personas. Este aumento refleja las difíciles condiciones laborales y salariales que enfrenta la provincia.
El informe del Indec muestra que la tasa de desocupación en el Gran Salta subió del 5,0% en el segundo trimestre de 2023 al 5,5% en el mismo periodo de 2024. Esta leve subida implica que 2.000 personas más se encuentran sin empleo, sumando un total de desocupados que pone de manifiesto la incapacidad del mercado laboral para absorber a la creciente fuerza de trabajo.
La tasa de empleo también experimentó una leve disminución, pasando de 43,4% en 2023 a 43,0% en 2024. Aunque la diferencia es de solo 0,4 puntos porcentuales, este descenso indica una ligera desaceleración en la generación de nuevos puestos de trabajo. Por otro lado, la tasa de actividad se mantuvo prácticamente estable, en 45,5%, lo que sugiere que la participación de la población en el mercado laboral no ha variado significativamente, con un incremento moderado de la población económicamente activa de 300.000 a 302.000 personas.
Un aspecto preocupante es el aumento en la tasa de ocupados demandantes de empleo, que pasó del 17,5% en 2023 al 19,5% en 2024. Este aumento significa que más trabajadores están insatisfechos con sus actuales condiciones laborales y buscan nuevas oportunidades. En términos absolutos, esto se traduce en 7.000 personas más en la búsqueda activa de mejoras salariales o laborales.
Aunque la tasa de subocupación disminuyó de 13,6% en 2023 a 12,3% en 2024, lo que sugiere una mejora en las horas de trabajo disponibles, la subocupación demandante aumentó. Este indicador, que mide a aquellos que trabajan menos horas pero buscan activamente más trabajo, creció de 6,7% a 7,3%. Aunque hay menos subocupados en términos absolutos (de 41.000 a 37.000 personas), los que permanecen en esta situación están luchando por mejores oportunidades.
A pesar de un leve aumento en la población ocupada (de 285.000 a 286.000 personas), la creación de empleo no fue suficiente para acomodar a toda la fuerza de trabajo que ingresa al mercado. El crecimiento demográfico no se tradujo en un aumento sustancial de empleos, lo que se ve reflejado en la estabilidad de la tasa de actividad y la caída de la tasa de empleo.