Desde las 5:00 de este viernes, pilotos y aeronavegantes de Aerolíneas Argentinas iniciaron un paro que se extenderá hasta las 14:00, generando serios inconvenientes en los vuelos programados desde el Aeroparque Jorge Newbery y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La medida de fuerza afecta a aproximadamente 150 vuelos, tanto locales como internacionales, dejando a unos 15.000 pasajeros a la espera de reprogramaciones.

En el Aeroparque, largas filas se formaron en los mostradores de atención al cliente, mientras los viajeros intentaban resolver sus itinerarios. "Estamos esperando a ver qué onda", comentó un pasajero que tenía previsto volar a San Martín de Los Andes a las 7:30, según declaraciones a TN. Aunque muchos conocían el paro, acudieron al aeropuerto para intentar reprogramar sus vuelos lo antes posible.

En Salta, el vuelo que tenía horario de partida a las 8:55 Hs de Ezeiza quedo suspendido. Por otro lado, el vuelo que partía de nuestra ciudad hasta Córdoba a las 09:45 Hs también quedó suspendido.

Reclamos de los gremios aeronáuticos

La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) justificó la huelga al señalar la falta de voluntad por parte de Aerolíneas Argentinas para avanzar en una recomposición salarial acorde con los índices inflacionarios. "Hemos sido pacientes y dialogado, pero la empresa responde con un panfleto que intenta dividir a los trabajadores", expresaron en un comunicado. APLA advirtió que, ante la negativa de la empresa, se podrían implementar medidas de fuerza aún más contundentes.

El conflicto salarial afecta no solo a los pilotos, sino también al personal aeronavegante representado por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), que anunció paros parciales en Aeroparque y Ezeiza. En tanto, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) se sumaron a las negociaciones, aunque sin éxito.

Por otro lado, el sindicato de controladores aéreos (ATEPSA), que había planeado un cronograma de protestas durante septiembre, acató la conciliación obligatoria dictada por la Secretaría de Trabajo. Esto permitió desactivar las cancelaciones y demoras que se preveían en todos los aeropuertos durante este mes.

Según los gremios, las protestas que involucraban a los controladores habrían afectado los despegues, limitando las autorizaciones para aeronaves y vehículos en tierra, aunque aseguraron que se mantendrían los servicios para aeronaves en emergencia.

El conflicto laboral mantiene en vilo a miles de pasajeros y genera incertidumbre sobre las próximas medidas gremiales, en un contexto de reclamos por mejoras salariales en uno de los sectores clave del transporte aéreo en el país.