Mató a un gendarme y huyó en su auto: así atraparon a norteño
Cavó un pozo, colocó el cuerpo lo cubrieron con tierra y lo rociaron con combustible.
Un impactante caso de homicidio y robo calificado llegará a los tribunales de Santiago del Estero el próximo 25 de junio, cuando Juan Francisco "Pirulo" Fernández enfrente a la justicia por el asesinato del gendarme remisero Ángel Amado Ayrala en 2018. Junto a Fernández, también será juzgado Marcelo Dalmiro Camus, conocido como "Mishi". Ambos están acusados de "homicidio criminis causa" y "robo calificado con arma de fuego en concurso real de delitos".
La sangrienta y desalmada historia se remonta a los días 16 y 17 de octubre de 2018. Según la investigación, "Pirulo", quien cumplía una condena en una cárcel tucumana, y "Mishi" planearon huir pero necesitaban un vehículo para escapar. Fernández convenció a Cintia Débora Sotelo para que contratara a Ayrala, quien aceptó llevarla en su auto, un Renault Mégane, desde La Madrid, Tucumán, hasta Santiago del Estero.
El viaje los llevó a Guampacha, en Guasayán, Santiago del Estero, donde llegaron a una casa en la que los esperaban "Pirulo" y "Mishi", armados con una escopeta, una soga y precintos. Una vez allí, encerraron y maniataron a Ayrala, para luego asesinarlo con un tiro en la cabeza. Posteriormente, enterraron su cuerpo en San Pedro de Guasayán, cubriéndolo con tierra y rociándolo con combustible antes de huir en el coche de la víctima.
El cuerpo de Ayrala fue desenterrado el 5 de octubre de 2019, después de que Sotelo declarara y culpabilizara a "Pirulo". Sin embargo, en febrero de 2021, Sotelo se presentó en la Justicia de Frías para rectificar su declaración y desincriminar a Fernández, complicando aún más el caso.
Con dos versiones contradictorias, "Pirulo" se enfrenta a un juicio que se extenderá por dos semanas y donde serán llamados a declarar policías, amigos de los implicados y conocidos de Fernández. La Fiscalía necesitará más que la declaración de Sotelo para asegurar una condena, ya que su cambio de versión debilita la acusación.
Si es condenado, Fernández enfrentará una sentencia de cadena perpetua. Si no, podría quedar libre en Santiago del Estero, aunque en Tucumán sigue siendo investigado por otros delitos, incluyendo chantaje y extorsión a personas mientras esperaba este juicio.
La comunidad y las autoridades estarán atentos al desenlace de este juicio, que promete ser uno de los más seguidos y comentados en la región.