El Gobierno mantendrá el subsidio de $55.000 para los jubilados que perciben la pensión mínima durante los meses de enero y febrero. De esta manera, el umbral salarial para las jubilaciones se mantendrá en alrededor de $160.000, la misma cantidad que ANSES desembolsó en diciembre tras aplicar el último aumento trimestral del año, que representó un incremento del 20,87% y elevó el monto mínimo a poco más de $105.000.

Ante la incertidumbre sobre si el nuevo gobierno continuaría con el pago de este bono a partir de enero, se confirmó que ANSES abonará dicha suma al menos durante los primeros dos meses del año. Mientras tanto, en el Congreso se espera la aprobación de una ley integral que suspenda la actualización automática vigente.

El equipo económico considera que la fórmula actual pierde sistemáticamente frente a la inflación y planea cambiarla. El primer paso será derogar la normativa actual a través del megaproyecto de ley presentado recientemente en el parlamento. Si esto prospera, mientras se elabora una nueva fórmula automática que también requerirá la aprobación del Congreso, el Ejecutivo establecerá un sistema de aumentos mensuales discrecionales vinculados a la inflación del mes anterior al pago de las pensiones, actuando como una suerte de indexación.

Aunque aún hay poca información sobre la configuración de la nueva fórmula, se ha afirmado que el trabajo preliminar está en curso en el equipo económico. En la agenda fiscal del ministro de Economía, Luis Caputo, se contempla que el gasto en jubilaciones y pensiones en 2024 sea menor que en el presente año, reduciéndose en un 0,4% del Producto Interno Bruto (PBI) en un panorama general de recorte del gasto del 2,9% del PBI.

La ley ómnibus propone suspender la aplicación de la movilidad de los haberes por jubilaciones y pensiones, así como de otras prestaciones como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo. El proyecto faculta al Gobierno para establecer una nueva fórmula automática de ajuste, considerando criterios de equidad y sustentabilidad económica, hasta que se elabore una nueva fórmula.

Hasta ahora, los ajustes de las pensiones se basaban en un porcentaje de incremento trimestral, determinado por la variación de un índice que combina el aumento trimestral de la recaudación de la Anses por beneficiario y la variación de los salarios. El nuevo enfoque propuesto busca otorgar aumentos mensuales discrecionales, vinculados a la inflación del mes anterior al pago de los haberes.

En resumen, las jubilaciones mantendrán el mismo monto en enero que en diciembre, habiendo experimentado el impacto de un índice de inflación que el Gobierno considera "muy alto" debido a la liberación de precios que estaban controlados, como los de Precios Justos (consumo masivo, combustibles) y las prepagas. A pesar de la devaluación del 13 de diciembre, se estima que tuvo menos impacto del esperado en el panorama de precios.