FMI: fuerte apuesta de Massa, interna dentro del organismo y fragilidad de la economía argentina
La ola de rumores en torno a las negociaciones del gobierno argentino con el FMI sigue generando una gran incertidumbre en el mercado financiero.
Mientras se esperan definiciones con el FMI , el BCRA no puede frenar las ventas de dólares en el mercado único libre de cambios (MULC) en la medida que se acercan las PASO presidenciales del 13 de agosto. Con las ventas de 200 millones de dólares de ayer , en lo que va del año por intervenciones en el mercado único y libre de cambios (MULC) el BCRA se gastó unos 3.800 millones de dólares pero la caída total de las reservas internacionales llegó a los 19.400 millones de dólares, una suma que supera al total de dólares que se fugaron entre el día posterior a las PASO del 14 de agosto de 2019 y el 10 de diciembre de ese año, luego del triunfo de la fórmula del Frente de Todos conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Considerando las ventas de ayer, el BCRA ya perdió unos 1.400 millones de dólares en lo que va de julio , llevando la posición del stock de reservas internacionales netas (RIN) a un saldo negativo de casi 8.000 millones de dólares. La ola de rumores en torno a las negociaciones del gobierno argentino con el FMI sigue generando una gran incertidumbre en el mercado financiero. Esto se tradujo en la semana en la suba de precios de todos los dólares paralelos que esta semana, salvo el dólar MEP que cerró en los 495 pesos, están por primera vez por encima de los 500 pesos. El dólar libre llegó a un nuevo récord de 528 pesos y la brecha cambiaria llega al 95% con el valor del dólar oficial, mientras el riesgo país volvió a superar los 2.000 puntos básicos.
Luego de una semana de frenéticas negociaciones en la que dialogaron dos veces el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, y la Directora Gerente, Kristalina Giorgieva, y por la información a la que tuvo acceso iProfesional de fuentes de Washington y también cercanas al gobierno argentino, en caso que no se aprueban la metas de la quinta revisión, la salida planteada por Massa sería trasladar esta instancia a diciembre luego de las elecciones presidenciales para fijar las condiciones de un nuevo acuerdo con el próximo presidente. La gran duda es si en este caso el FMI le adelantaría a la Argentina una parte de los desembolsos de unos 10.800 millones de dólares para pagar los vencimientos hasta fin de año considerando la fragilidad de las reservas internacionales y de la economía argentina.
Las diferencias son claras. Mientras desde la Casa Blanca piden que no se le solicite a la Argentina cosas como una fuerte devaluación, la unificación de los tipos de cambio y un ajuste fiscal, el staff técnico del FMI solicita que esos pasos se realicen para aprobar la quinta revisión y firmar el Staff Level Agreement . Por su parte el equipo económico argentino estaría trabajando en un esquema tripartito para satisfacer en parte los requerimientos de los técnicos del organismo. El ministro de Economía, Sergio Massa, anunciaría una serie de medidas económicas que pediría el FMI para hacer desembolsos por unos 4.000 millones de dólares de aquí hasta las PASO. Luego se seguiría analizando la posibilidad de conseguir llegar al total de 10.800 millones de dólares de anticipos que solicita el gobierno argentino.
Al respecto, el equipo económico liderado por el viceministro Gabriel Rubinstein y el Jefe de asesores Leonardo Madcur, a los que se sumó el embajador argentino en Washington Jorge Argüello, que negocia desde el martes en Washington con el staff del FMI, habría ofrecido una mejora en el tipo de cambio para el sector agro exportador industrial con una cuarta versión de dólar soja y una suba del dólar para importar productos suntuarios y para bienes intermedios. Las medidas anunciadas incluirían una mejora del tipo de cambio oficial del 10% y también la aplicación del impuesto PAIS del 30% para las importaciones y un nuevo dólar 4.0 para el agro que incluiría soja y maíz de aproximadamente 350 pesos para poder generar una mayor liquidación de exportaciones para aumentar las reservas internacionales del BCRA.
En tanto que para mejorar los ingresos se estudia un nuevo adelanto de Impuesto a las Ganancias de unas 200 empresas grandes o la posibilidad de un aumento en el porcentaje de las retenciones a la soja . En relación a las liquidaciones de dólares, según los cálculos de la consultora Portfolio Personal Investment, restarían por vender unos 10 millones de la producción de soja de la campaña 2022/2023 que equivalen a unos 5.300 millones de dólares y la producción estimada es de unos 21 millones de toneladas.
En lo que respecta al maíz se estima que se podrían lograr unos 3.500 millones de dólares por la venta de unas 16 millones de toneladas que todavía no se vendieron de un total producido de unas 32 millones de toneladas. Es decir, en caso de que se instrumentaran ambos, el total de liquidaciones del sector exportador hasta fin de año podría llegar como máximo a unos 9.000 millones de dólares. Pero si se consideran las ventas del último dólar agro de 250 pesos que tuvo un share de compras del 30%, las liquidaciones podrían llegar a unos 2.500 millones de dólares. Pero si se instrumentará solo para la soja las liquidaciones de los exportadores sumarían unos 1.500 millones de dólares. Por el momento, Massa sigue sin fecha para viajar a Washington y los tiempos apremian.
El 31/07 Argentina debe hacer frente a los pagos de principal del SBA 2018 por US$2.667 millones y el 01/08 a intereses por US$812 millones. La chance de que nuevamente se los afronte con yuanes , como se hizo parcialmente en junio, es cada vez más alta. En caso de pagarse con la divisa asiática al FMI , y que las ventas en el MULC de yuanes sigan en torno a los US$78 millones, sólo quedarían US$3.050 millones de yuanes disponibles del primer tramo de US$10.000 millones que consiguió habilitar Massa. Se trata de una negociación donde el interés general de ambas partes coincide. El FMI quiere evitar una crisis terminal en medio de un proceso electoral y el gobierno argentino también.
Por lo tanto, uno podría decir que dado el interés del gobierno de los Estados Unidos para que el acuerdo se cierre y del gobierno argentino por tratar de cerrar un acuerdo lo más rápido posible, es probable que el nuevo acuerdo se pueda cerrar en los próximos días. Por el momento se estudia que ese tipo de cambio diferencial no se aplique a las importaciones de energía que provocarían un aumento del deficitario balance energético. El inconveniente principal es que en el primer caso si se aplicase un impuesto PAIS al dólar oficial de 265 pesos se requería la aprobación del Congreso de la Nación y con el actual contexto electoral es probable que la oposición no lo apruebe. La otra posibilidad es que ese dólar para importaciones se transforme en un nuevo tipo de cambio diferencial que se opere en el marco de la CAM 9 el canal por donde se liquidan las exportaciones de dólar agro que todavía alimentan al mercado cambiario ya que se mantienen hasta el 31 de agosto.
Nuevamente el llamado "caso argentino" sigue generando fuertes divisiones dentro del FMI entre Georgieva y los técnicos que manejan la negociación, el chileno Rodrigo Rocky Valdez y el venezolano casi argentino Luis Cubeddu. Ambos han explicado a los funcionarios argentinos que las metas del acuerdo nunca se han cumplido desde que este comenzó. También se niegan a aprobar la quinta revisión del acuerdo si el gobierno argentino no hace una modificación el tipo de cambio , elimine virtualmente el cepo cambiario unificando el dólar oficial y los dólares paralelos alternativos para comenzar a acumular reservas internacionales y también haga un ajuste fiscal de unos 2.000 millones de dólares para reducir el déficit primario del 1,9 al 1,5% del PBI este año.
En tanto que Georgieva y su segunda, Gita Gopiniaght, están a favor de un acuerdo light para evitar que la Argentina entre en una crisis financiera terminal y el FMI no se exponga al aparecer nuevamente como el culpable de esa crisis. Pero dentro del FMI aparecen también los que en Wall Street llaman los enemigos de la Argentina entre los que se encuentran el director de Alemania, Joen Stephan; el director de Suiza, Marcel Peter: y el director de Japón, Jun Mizuguchi. Estos son identificados por Sergio Chodos, el director del Cono Sur, como los "Tres Chiflados" que no quieren el acuerdo. Por su parte, la directora de los EEUU en el FMI, Elizabeth Sortino, tiene el mandato de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, de cerrar lo más rápido el acuerdo porque el gobierno de Joe Biden prefiere lograr sólo un acuerdo político y esperar para negociar con el próximo presidente.
El jueves, la vocera del FMI, Julie Kozack, volvió a desmentir la versión que el director por China, Zhengxin Zhang, haya sugerido que se apruebe rápido el acuerdo a través de una carta que este habría enviado al Board del FMI y por su parte el director negó que haya enviado esa carta. Ese mismo día por la noche, el FMI comunicó vía Twitter que las discusiones con Argentina "continúan enfocadas en las políticas para fortalecer las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal" , sin dar muchos detalles en el mecanismo para llevarlo a cabo, como suele ser habitual en estas declaraciones del organismo. Del breve comunicado hay que destacar que se menciona "llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión" , de lo que se trasluce que el Fondo estaría discutiendo sólo la performance del primer trimestre (en el que Argentina incumplió metas fiscales y de reservas) para destrabar el desembolso atrasado de US$4.050 millones.