Según la información compartida por Página|12, fue recientemente cuando se realizó un operativo por parte de la Dirección General Impositiva (DGI) en el Complejo Inmobiliario Delta Center, en el partido de Tigre, provincia de Buenos Aires, por órdenes de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.

En esa inspección, se detectó a 24 trabajadores de la construcción en condiciones de trata de personas con fines de explotación laboral, estos en pésimas condiciones de seguridad e higiene, que realizaban jornadas de 12 y hasta 14 horas todos los días, salvo domingos, con salarios muy bajos y sin estar registrados.

En dicho operativo, se detuvo al contratista Carlos Díaz Chilo, como también al inversor y empresario hotelero Pablo Pellegrino, ambos salteños del Valle de Lerma. El medio citado indicó que Díaz Chilo llevó a personas de Rosario de la Frontera, Metán, Rosario de Lerma Cerrillos y Quijano. En un momento los trabajadores eran un grupo de 37 que vivían hacinados "en un cuarto de 12 por 8 metros".

Los testimonios

Según los relatos recolectados, al principio la comida "era buena" y les cumplían con los pagos, pero las condiciones fueron empeorando de forma progresiva. Tenían 3 baños químicos para todo el personal, y las mujeres debían compartirlos con varones, a veces incluso se les impedía ir al baño.

A las encargadas de la limpieza les hicieron compartir el cuarto con Díaz Chilo. Después se les asignó una habitación que seguía conectada a la del contratista y tenía una alarma en la puerta. También se dijo que el contratista les mezquinaba la comida y el agua, pese a que les descontaba los alimentos del sueldo.

"Díaz Chilo nos decía ‘yo soy un dios, a mí nadie me va a hacer nada; Pablo Escobar es un poroto a la par mía’”