El sentido de las PASO

La de 2023 es la cuarta elección presidencial en Argentina con el sistema de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias. Ya cuatro elecciones permiten evaluar el funcionamiento del sistema, con sus ventajas y desventajas.

Se trata de un sistema único en el mundo. Tiene alguna similitud con el vigente en Uruguay de primarias simultáneas, pero en este caso no son obligatorias como en Argentina. En los hechos, las PASO constituyen un sistema de tres vueltas. Las primarias obligatorias son la primera, en este caso el 13 de agosto ; la primera vuelta se transforma en la segunda, que se realizará el 22 de octubre ; y la segunda vuelta viene a ser así la tercera, que tendría lugar el 19 de noviembre.

Elecciones 2023: en qué provincias se podrá votar con huella dactilar Juntos se ilusiona con romper un récord político: cuántas provincias debe ganarle al peronismo Se constituye así un proceso electoral que en realidad comienza en marzo, con la discusión de las candidaturas en el seno de las diferentes fuerzas políticas. Desde 2011, ningún otro país ha adoptado este sistema. No han visto que la experiencia argentina arroje resultados positivos.

Esto concurre para plantear la necesidad de un debate sobre el tema. Hay provincias en las cuales se puede llegar a votar obligatoriamente hasta siete veces en el año. Realizan la PASO provincial, luego la elección de gobernador y, de tener segunda vuelta, sería la tercera votación . En el ámbito nacional se puede votar hasta tres veces más (PASO, primera vuelta y segunda). Pero hay provincias que realizan elecciones municipales separadas de las provinciales, como es el caso reciente de la capital cordobesa. La calidad de la política no ha mejorado con este sistema, cuyo origen estuvo en el año y medio de la presidencia de Duhalde, durante la crisis de 2022. Su objetivo inicial era promover una mayor participación de los votantes en la elección de los candidatos , sacándola del ámbito de las dirigencias políticas y permitiendo una mayor proximidad entre votantes y candidatos.

Si bien la concurrencia a votar en las elecciones provinciales realizadas en lo que va de 2023 muestra una caída significativa de la concurrencia, aunque no dramática, es claro que se registra -como en la mayor parte del mundo occidental- un alejamiento de la gente respecto de la política. El debate sobre la utilidad de las PASO deberá realizarse durante 2024 , ya que hacerlo en 2025 sería vincularlo con los intereses político-electorales de ese año.

Está claro que el resultado de las primarias obligatorias no anticipan necesariamente el de la elección siguiente. En 2011, en la primera experiencia, el candidato socialista Hermes Binner obtuvo 10% en las PASO y duplicó los votos en la primera vuelta. En 2019, el binomio Macri-Pichetto tuvo en las PASO catorce puntos menos que la fórmula peronista, y en la primera vuelta redujo la diferencia a sólo siete puntos.

Pero desde el punto de vista analítico, las PASO permiten un análisis sobre el significado electoral . Como ejemplo se puede tomar el voto por el peronismo -que en las cuatro elecciones presidenciales ha cambiado de denominación identitaria-. En 2011, la fórmula Kirchner-Boudou obtuvo 50% en las PASO y después 54% en la primera vuelta. En las primarias de la elección presidencial siguiente, en 2015, descendió al 39% de los votos con la fórmula Scioli-Zanini, es decir, perdió once puntos respecto a las primarias anteriores. Cuatro años atrás, en 2019, el binomio Fernández-Fernández se impuso en las primarias con el 48% y recuperó once puntos respecto a las PASO de 2015.

Ahora, si tuviese una caída correspondiente a la que tuvo lugar entre las elecciones de 2015 y 2019, tendría que obtener el 37% de los votos : un objetivo improbable aunque posible. Las PASO de 2023 van a plantear un interrogante central, sea cual sea el resultado. Es probable que el primer lugar lo obtenga la sumatoria de votos de Juntos por el Cambio. La cuestión abierta es quién ganará por un voto entre las fórmulas Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales y Patricia Bullrich-Luis Petri. Están compitiendo no como rivales en una primaria, sino como contrincantes políticos en una desenfrenada lucha por el poder. Esto ya plantea que, por lo menos inicialmente, la suma de los dos caudales de votos no se mantendrá inalterable.

Hay votantes de Larreta que si gana Bullrich, podrían girar hacia Sergio Massa. Asimismo, si ganara el Jefe de Gobierno porteño, votantes de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri podrían migrar a la candidatura de Javier Milei . Es que además de la diferencia de personalidad, hay componentes ideológicos distintos dentro del principal espacio opositor. Pero también el candidato ganador seguramente emprenderá la búsqueda del voto "blando" del candidato libertario, buscando acentuar la polarización y el antikirchnerismo. Cerrar las heridas entre los votantes de Bullrich y Larreta será el primer objetivo electoral que enfrentará quien resulte vencedor entre ellos.

Este tipo de desafío no tiene la misma entidad dentro de la puja que se da en el peronismo -en esta elección denominado Unión por la Patria- entre las fórmulas Massa-Rossi y Grabois-Abal Medina. El peronismo, en sus setenta y ocho años de existencia, ha demostrado capacidad de superar más fácilmente las internas. No ha sido así en el no peronismo, como lo demostró históricamente la puja entre Arturo Frondizi y Ricardo Balbín dentro del radicalismo. En conclusión: h a llegado el momento de debatir las ventajas y desventajas de las PASO, cuando su resultado el 13 de agosto dejará planteado hacia adelante como tema central la superación de la dura confrontación interna dentro de Juntos por el Cambio.