Lucio Dupuy: se conocieron los audios de Abigaíl Páez condenada por homicidio y abuso sexual

El extenso juicio por le asesinato de Lucio Dupuy llegó a su fin el pasado 2 de febrero.

Por el crimen fueron declaradas culpables su madre, Magdalena Espósito Valenti y la novia de esta, Abigaíl Páez , se le sumó el delito de violación. Durante el debate se presentaron diversas pruebas como fueron la autopsia, chats y testimonios de como el niño había sido golpeado y torturado. También testificaron las acusadas quienes contaron su versión de lo sucedido el día del fallecimiento del pequeño. Abigaíl Páez, la novia de la madre, relató lo que hizo ese día e hizo hincapié en el momento en que golpeó a Lucio hasta matarlo. “Cuando llegué, lo vi a Lucio y, bueno… Se estaba mandando un moco.

No importa porque eso no viene al caso. Entonces, yo lo tomé del brazo y le pegué una patada en la cola, varias. Fue todo muy rápido, no sé. Le pegué y no medí dónde, la verdad, ni sé por qué tampoco. Porque… No sé. La verdad no le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento. Intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él me intentaba hablar, estaba consciente todavía”, dijo.

La acusada agregó: “Se bañó parado, me intentaba hablar, como decir algo, pero no le salían las palabras. Cómo vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su tallón y lo llevé a mi pieza. Lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo lo más rápido que podía, porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, qué hacer para que él se recomponga, no sé”.

La Justicia comprobó que para ese momento Lucio agonizaba a raíz de la golpiza que había recibido. “Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo, escucho un golpe y lo veo que él estaba tirado en el piso sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos.

Como desmayado, no sé. Entonces, yo, del mismo temor, de la misma situación, lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuestas de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, y lo puse boca arriba. Le intenté hacer RCP. No sé si lo hice bien o no, sí pude haberlo lastimado más o no, porque no sabía hacer la maniobra como correspondía”, prosiguió Abigaíl. Luego de relatar lo sucedido, la condenada, realizó apreciaciones personales sobre Lucio. “La verdad que nunca en mi vida viví una situación así, ni hubiera querido matarlo ni hubiera querido lastimarlo. Simplemente, no sé qué me pasó, me enojé porque él estaba haciendo cagadas, él siempre vivía haciendo cagadas, como cualquier nene, pero eso no quería decir que fuera un nene malo o que se lo viviera cagando a palos, cómo están diciendo todo el tiempo. No eran así las cosas. Él era un nene que tenía una vida normal y feliz”. También relató el momento en que estuvo con Lucio en el hospital, cuando el chiquito de solo 5 años ya estaba muerto: “Yo lo tomé de los pies cuando el doctor me dijo que había fallecido, y me dijo que no lo tocara porque no podía tocarlo. Gritaba. Me acuerdo que no pude reaccionar, creo que, no sé, tres o cuatro días después lloré porque no reaccionaba, no sé.

Estaba traumada con su imagen en mis brazos y estaba muerto, y yo lo estaba criando. Lo conozco desde que es un bebé, desde que tiene 2 años. Lo extraño mucho”. Casi sobre el final, mencionó una de las frases más dolorosas escuchadas en la sala de audiencias: “Realmente, yo no me imaginé nunca que esto pudiese llegar a pasar, ni era mi intención tampoco.

Sé que hice mal las cosas y que no se justifica una violencia para nada, de ningún tipo. Y sí reconozco que se le daba un correctivo cuando él hacía cagadas, como cualquier nene, pero no eran una cosa cómo la están contextualizando, como están queriendo hacerlo ver… que lo cagábamos a palos todos los días, que lo violábamos, no es así. Yo lo amaba y lo extraño mucho, y pienso mucho en él y hablo mucho con él”.